Kaká, el resurgir

Ricardo Izecson Dos Santos Leite, más conocido como Kaká, parece que poco a poco está recuperando su mejor nivel. El futbolista brasileño del Real Madrid lleva dos partidos consecutivos rayando a gran nivel, llegando a anotar un gol en el partido de ayer correspondiente a las apuestas por la Champions League.

El ex jugador del Milán llegó al Real Madrid en el año 2009 junto a Cristiano y de la mano de Florentino Pérez, por la friolera de 65 millones de euros. La verdad es que el brasileño en su primera etapa, con Manuel Pellegrini en el banquillo si disfrutó de minutos, pero su rendimiento no fue el mejor. El año siguiente, la llegada de José Mourinho al banquillo blanco y el fichaje del jugador alemán Mesut Özil, unido a sus continuas lesiones y su bajo rendimiento cuando el portugués le dio la alternativa, hicieron que Kaká disputara únicamente veinte partidos entre todas las competiciones.

Este año parece ser el suyo. Todavía hay muchos madridistas y aficionados al fútbol muy reticentes ante esta situación pero la verdad es que el ‘8’ blanco está dando mejores sensaciones que nunca. El mediapunta ha recuperado su velocidad, su claridad de ideas y su verticalidad, lo que, unido a su buena conexión con Özil, está ayudando a que su confianza crezca y que pase de la nada a convertirse en protagonista en las cuotas de apuestas de fútbol. Ante el Rayo Vallecano dio el primer gol a Cristiano y forzó el penalti que originó el tercero.

Ayer, frente al Ajax de Amsterdam, además de canalizar el juego a la perfección junto a Xabi Alonso y su socio alemán, metió el segundo gol del partido y le regaló el tercero a Benzemá. Parece que Kaká ha vuelto. Ahora sólo queda darle minutos para que termine de explotar, algo a lo que Mourinho está dispuesto a acceder. Lo que es evidente es que, con el brasileño a su mejor nivel, algo que no se ha visto desde su llegada a concha espina, el potencial blanco crecerá sobremanera y eso lo sabe el técnico luso. Él tiene la última palabra. La afición le sigue esperando y no les quiere decepcionar. Parece que esta vez sí que está dispuesto a subirse al último tren que pasa por Madrid.